¿Qué es el liderazgo? ¿Qué es ser un BUEN líder? ¿Cuáles son los pilares que un buen líder tiene que tener presentes en su día a día? ¿Cómo hace un líder para lograr que su equipo esté realmente comprometido? Estas son algunas de las preguntas que es importante tener claras al momento de conducir a un equipo.
El punto de partida de un buen liderazgo, tiene que ver con la motivación del equipo. En la medida que cada integrante conozca el “para qué” realiza las acciones que realiza, el compromiso crece y los resultados llegan. Si hay motivación, hay compromiso, hay resultados.
Ahora bien, hay dos tipos de motivación que es necesario advertir:
1. Motivación extrínseca
Como su nombre indica, cuando nos referimos al tipo de motivación extrínseca estamos hablando de estímulos que nos impulsan a actuar, que son provenientes del exterior y de la actividad que realicemos. En este sentido, lo que nos motiva en realidad son las recompensas externas que obtenemos al lograr el objetivo, como pueden ser el dinero o el reconocimiento.
Vale la pena aclarar que cuando tenemos este tipo de motivación, no necesariamente sentimos satisfacción al hacer todo aquello que debamos hacer para lograr el objetivo que tenemos planteado; es únicamente la recompensa que recibimos al cumplir con la meta lo que nos motiva.
2. Motivación intrínseca
A diferencia de la motivación extrínseca, en este tipo de motivación el impulso que sentimos para realizar una actividad proviene de nuestro interior y no de alguna recompensa externa que podamos obtener con ello.
Este tipo de motivación personal está muy relacionada con nuestro crecimiento personal y nuestra autorealización. En este caso, sentimos placer y satisfacción en el proceso de estar realizando aquella actividad y no únicamente cuando ésta termina.
Daniel Pink (escritor, articulista y conferencista especializado en negocios, la era de la información, los empleos y las habilidades para el siglo XXI), en su libro Drive (La sorprendente verdad sobre lo que nos motiva) ofrece un modelo de motivación intrínseca basado en tres pilares, donde los individuos son impulsados por la necesidad de autonomía, maestría y propósito.
Autonomía: nos gusta poder dirigir nuestro comportamiento nosotros mismos. Crear un entorno de autonomía significa que los empleados son totalmente responsables de lo que hacen y sus resultados, sin estar obligados a unos horarios o a una “presencia” en el lugar de trabajo. Las personas que operan en un entorno autónomo tienen claramente definido el resultado esperado y reciben un amplio y continuo feedback. Un entorno de trabajo auténticamente autónomo cambia el enfoque de una mentalidad orientada a las tareas a una mentalidad orientada a los resultados. Los beneficios de proporcionar autonomía son inmensos. No sólo la satisfacción de los empleados se dispara, sino también el rendimiento general.
Maestría: se relaciona con el deseo innato de ser cada vez mejor en una tarea, rol o asignación. Cuando uno está involucrado en la búsqueda de la maestría, se siente satisfecho con su trabajo y empujado hacia un nivel superior de productividad. El poder de la maestría se ve perfectamente reflejado en el proverbio confuciano “Elige un trabajo que amas, y nunca tendrás que trabajar un día en tu vida”.
Propósito: necesitamos conectar la conquista de la excelencia a algún propósito superior. Los seres humanos dan lo mejor cuando creen que están contribuyendo a algo más grande que ellos mismos, algo perdurable. Cuando conocen y creen en el aporte de sus acciones diarias a ese fin superior. Cuando su “para qué” está alineado a ese objetivo mayor.
A estos tres pilares, podrían sumarse algunos componentes más, como la definición de los Valores y Comportamientos que el equipo elige promover y vivir, así como los Acuerdos operativos que contribuirán a que las “reglas del juego” estén consensuadas y sean claras y los Objetivos o “goles” que el equipo quiere alcanzar.
En la medida que el líder vele porque los conceptos antes mencionados estén presentes en su equipo, que escuche y atienda las necesidades de cada integrante, logrará que el clima de trabajo sea el adecuado para que cada persona despliegue su máximo potencial y se alcancen los resultados esperados.
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